“Por ahora no hemos visto nada que nos parezca justo”, declaró Pelosi después de que el pleno de la Cámara de Representantes avalara el miércoles el inicio de un juicio político contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Aunque la Cámara Baja ha adoptado los dos artículos, debe aprobar una segunda resolución en la que designará a los legisladores responsables de presentar el caso ante el Senado, el órgano donde tendrá lugar el juicio. Esta segunda votación es la que implica que la pelota pase definitivamente al tejado de la Cámara Alta.
Pelosi ha evitado establecer un calendario preciso, aunque fuentes demócratas citadas por el portal de noticias Politico han considerado “muy improbable” que haya algún tipo de avance al menos hasta principios de enero.
De esta forma, intentarían presionar al líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, para que acepte los procedimientos que consideren menos favorables a Trump, después de que los republicanos hayan reconocido abiertamente que existe una coordinación con la Casa Blanca.
El propio Trump aludió ayer en Twitter a las aparentes reticencias de Pelosi, defendiendo que “es decisión del Senado” el camino a seguir a partir de ahora. “Si los demócratas deciden, en su gran sabiduría, no comparecer, perderían por omisión”, advirtió el mandatario.
Trump, que se siente víctima “de la mayor caza de brujas de la historia” en Estados Unidos, destacó que el proceso avanza sin ninguna división entre los congresistas del Partido Republicano. “Los republicanos están más unidos que nunca”, proclamó.
Mitch McConnell tiene previsto hablar en los próximos días con el líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, para negociar la organización del juicio político. Entre las cuestiones aún por aclarar está la posible citación de testigos durante las vistas.
Republicanos no quieren llamar a testigos
El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que McConnell estaba impidiendo que los demócratas convocaran a testigos.
“Los testigos que sugerimos son altos funcionarios de Trump”, dijo Schumer. “No son demócratas”, agregó preguntándole a McConnell por qué tenía tanto miedo de convocar testigos y documentos. “¿Es que el caso del presidente es tan débil que ninguno de los hombres del presidente puede defenderse bajo juramento?”, le increpó.